Darío Carreto


Como proyección personal en el mundo del Arte, desde mi juventud he manifestado una serie de sensaciones artísticas, plasmadas algunas de ellas a través de dibujos a lápiz, otras con pinturas y otras técnicas. Mis inicios siempre fueron dentro del contexto de mundos mágicos, elfos, gnomos, animales antropomorfos, paisajes de lugares imaginativos, en fin algo que nunca pude concretar y que deje en el fondo de mis recuerdos formando parte de esa creatividad que no sabía cómo sacar a la superficie, pero que ha alimentado mi trabajo profesional, dotándome de unas herramientas creativas poderosas .

A estas alturas de mi vida, donde la creación artística es mi trabajo del día a día, he llegado a la conclusión que tengo que dar salida a todo ese mundo imaginativo, creativo, a veces poco convencional pero que tienen un mensaje actual, incluso en sus personajes mitad mito, parcialmente humano, de lo que siento y lo que pienso. 


El Arte que en estos momentos estoy realizando tiene que ver con el mundo de la fotografía, el dibujo y la palabra escrita conjuntamente, reflejados en una serie de Collages. Soy consciente que el arte que yo recreo no es único, tiene influencias de esas vanguardias transgresoras de finales del XIX y principios del XX, algunos artistas como Max Erns, Marghritte y otros vinieron a introducir nuevos esquemas en la imagen construida, bien aceptada por la sociedad imperante y que rompieron una lanza para la transición entre una época y otra como pudo ser todos los ismos, entre ellos el surrealismo, estilo, podría decir, que es el que refleja las propuestas artísticas que yo hago a través de mis creaciones.

No cabe duda que éstas, tienen un marcado contenido cinematográfico por la influencia de mi trabajo. Por ello, en lugar de llamarlos ·”Cuadros” los he denominado “Fotogramas” ya que tienen ambientación, vestuario, escenografía, etc.  


Mi vida expositiva es corta, pero muy intensa. Mi propósito personal cuando creo alguna de mis creaciones, es compartirlas con otros y he querido acercar mi obra a lugares cotidianos donde los seres humanos nos reunimos a hablar de nuestras cosas del día a día y por ello, he expuesto en Bares de Moda, también en Galerías, compartiendo algunas exposiciones con otros artistas extraordinarios que tenemos las mismas inquietudes en cuanto al acercamiento con el público. En la ciudad de México he podido realizar esta forma de exponer durante todo el pasado año 2013.

Después he pensado que parte de mi creación debe viajar a otros países para que la conozcan y desde finales de diciembre parte de mi obra se encuentra en España, depositada en una Asociación Cultural que es la que me está promoviendo la presentación de la misma en lugares especiales para ello como mi pasada exposición en enero de 2014 en
la sala de exposiciones del Auditorio Buero Vallejo de Guadalajara.
Mis próximas exposiciones confirmadas en España son:
Septiembre-octubre 2014 en la sala de exposiciones "La capilla" del antiguo hospital de Sta María La Rica en la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid).
Noviembre 2014 en la sala de exposiciones del Ateneo de Madrid, calle Prado.

Darío Carreto , nacido en la ciudad de Alcalá de Henares -Madrid (España) reside en la actualidad en México D.F.


Estudió en el Instituto Español Luis Vives, después estuvo un año sabático en la ciudad de Londres (Inglaterra) estudiando y perfeccionando su inglés y a su regreso a México le invitaron a participar como ayudante dentro de un equipo muy importante en el mundo del Séptimo Arte.


Desde entonces su capacitación, formación y creación ha estado dirigido a este medio, desarrollando varios campos dentro del Departamento de Arte como: Escenógrafo; Decorador; Ambientador; Director de Arte; Diseñador de Producción.


En su carrera dentro del cine, ha sido nominado con un ARIEL en México (equivalente a los Goyas en España), dentro de la mejor dirección artística como mejor Diseño de Arte por la película “EL CARNAVAL DE SODOMA” y otra nominación al ARIEL como mejor Diseño en Arte por la película “NICOTINA”

Recientemente la película “MARIACHI GRINGO”, en la que ha sido Diseñador de Producción, ha sido elegida como mejor película en el Festival de Cine de Guadalajara (México) 2012.

Ha trabajado como Director de Arte en innumerables Comerciales para marcas de reconocido prestigio en México e Instituciones del Gobierno Mexicano. 

Comentarios sobre su última exposición de fotogramas en España: "Sin censura"

Cannon Bernáldez, Periodista. Fotógrafa. Premio Nacional de Periodismo y Cultura “Fernando Benítez en el 2001, Miembro del sistema de creadores desde el 2012. Ganadora de la 12 Bienal de fotografía en el 2006. Sus obras se han expuesto tanto en México como en otros países, su trabajo pertenece a la colección del Museo Fine Arts en Houston y Arts Center, Universidad de Leigh en Pensilvania, Fundación Cultural Televisa, en otras Instituciones. Da clases de Arte en distintas Universidades de México. 

Hace la siguiente reseña: “…….Era mediado el siglo XIX, se empezaban a construir nuevas realidades visuales. Un invento que para ese entonces no se le conocía con el nombre de fotografía cubrió la necesidad de la preservación de la memoria y el tiempo.
Una sociedad principalmente de alta burguesía, se empezó a representar en las imágenes, puestas en escena, falsos escenarios donde abundaban los fondos pintados, pedestales, cortinas, alfombras y elegantes decoraciones. Era la creación de un imaginario, los cánones dictaban como se tenían que fotografiar, las poses y el vestuario era imprescindible para la realización de estos retratos decimonónicos.
Con los años, dice Boris Kossoy: “Estas fotografías se convirtieron en objetos-relicarios, imágenes depositarias de una memoria silenciosa. No fueron realizadas por autores famosos, ni pertenecen a ninguna corriente artística, son sólo retratos de familia. Guardan la memoria de una época, en ellas reconocemos nuestro propio pasado, ahí están la imagen del abuelo o de la madre el día de su boda”.
Con sus collages Darío CARRETO rescata su pasado, construye memorias, busca en archivos fotográficos, tanto personales como anónimos, la manera de manifestar formas de mirar e idealizar representaciones fantásticas. Crea falsas evidencias, composiciones en donde rescata fotografías olvidadas o silenciosas. Por medio de un trabajo meticuloso, escanea, reimprime y ordena nuevos escenarios producto de su imaginación. En su proceso de creación abunda la incoherencia y el aparente caos; sin embargo hay un complejo orden.
Como escenógrafo de arte, crea artificios mágicos y lúdicos; sus personajes toman nueva identidad sin alejarse de su atmósfera original. Darío escenifica su nueva historia e identidad.
Como buen director de arte acumula objetos del pasado, pero al mismo tiempo acumula memoria. Este pasado de sus personajes es pieza clave en la composición de sus cuadros.
Estamos en pleno siglo XXI y ante la vorágine del photoshop, Carreto regresa a viejas técnicas de fotocollage, dibuja, recorta y pega para dar vida a sus escenografías con seres irreales sólo para compartir esa necesidad humana de preservar nuestra memoria y el tiempo……”.

Pedro José Pradillo y Esteban, Lic. Filosofía y letras y Doctor en Historia por la Universidad de Alcalá de Henares. Historiador. Coleccionista de Arte y Técnico de Patrimonio en el Patronato de Cultura de Ayuntamiento de Guadalajara (España).

Opina lo siguiente: “………en el año 2002 David Lynch daba a conocer una de sus producciones más polémicas: Rabbits, una cinta extremadamente larga y de trama enrevesada que nos permitía conocer su personalidad más íntima sirviéndose de una familia de conejos enfrentados al televisor de su sala de estar.

Era la penúltima entrega de una interminable lista de fábulas protagonizadas por animales antropomorfos que tendría por epílogo los cortos publicitarios de Heineken para promocionar su cerveza sin alcohol, Buckler 0,0, en las campañas de los años 2010 y 2011.Ahora, el señor Carreto, como Lynch, encierra a sus poderosos personajes en una escenografía inquietante, donde intrigan sobre el devenir de nuestras conciencias y juzgan sin piedad, a tenor de su arrogancia, nuestras faltas más banales. Pero Darío, a sabiendas de la familiaridad de sus composiciones –fraguadas en su conocimiento de la obra de Ernst, Duchamp o Cornell–, nos brinda una galería de secuencias que pone al descubierto las nuevas conquistas del temido paraíso de los neo surrealistas; allí, donde todo es posible, y nada sucede………”.

Regina Cobo, Licenciada en Ciencias Físicas, Técnico Superior en Artes Aplicadas al Muro y Graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Artista Plástica, Pintora y Escultora.

Ha hecho un intenso estudio de la obra y opina que:”……..Interesantes las obras presentadas por Darío Carreto en su exposición “fotogramas”. A caballo entre la elegancia de las ilustraciones de Beatrix Potter o la de las portadas de los discos de los años 70 de Génesis, los collages de Darío recuerdan que este artista procede del mundo de la escenografía y el cine.
El árbol de la vida, el elefante, el león, los conejos, el corazón, la dualidad hombre y mujer son referentes constantes en la obra de muchas artistas desde hace siglos.
Tanto su presentación en pequeño formato como su temática simbólica colocan a la obra de Darío en la línea de preocupaciones de las que habla el arte contemporáneo.
El árbol como referencia a la vida psíquica, la dualidad hombre mujer, la diferencia entre el yo y la sombra o los otros, el conejo como referencia a lo cíclico, el eterno retorno, a la renovación y a Narciso, el corazón y el león como sede del poder, el coraje y la fuerza.
La máscara y la transmutación se hacen también presentes en todos sus collages. La máscara que se interpone entre el sí-mismo y el mundo, que tiene una naturaleza dual pues mira tanto hacia dentro como hacia fuera. El aspecto cambiante de
las máscaras – como león, gallo, geisha, letras – da acceso rituala niveles de experiencia no asequibles normalmente para la mente consciente. La identificación con nuestros roles sociales contemporáneos –madre, cónyuge, artista, profesional, hijo- aparecen reflejados en estas máscaras que utilizamos para vivir en el mundo.
El aspecto genuinamente teatral de sus piezas y la sutil referencia al corto Rabbits de David Lynch se entremezclan con simbología presente en obras de arte de todos los tiempos y prestan interés y elegancia a la muestra de este artista………”

Esther Carmona, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, Colaboradora del Departamento de Pintura de la Facultad de Bellas Artes, Artista Plástica, Pintora y Escultora.

Hace un análisis muy interesante sobre la obra:“……la obra de Darío Carreto, de marcado corte surrealista, nos introduce en un maravilloso mundo en el que lo familiarmente extraño marca la mirada del espectador, recordándonos a Magritte en sus inquietantes escenas y a Max Ernst en la creación de sus mundos oníricos y de la imaginación, como en ellos es el espectador el protagonista de sus cuadros, es el que le da sentido a la obra, es la conexión con el mundo real, creando en sus obras dos realidades paralelas, la unificación de la realidad interior y la realidad exterior que, según palabras de Bretón, es el objetivo de los surrealistas y en las obras de Carreto, esa unión que marcaba el origen de este movimiento, toma sentido.
En sus fotogramas, en los que se intuye un fuerte carácter autobiográfico, suponen una trama de inquietudes, de narrativas artísticas concienzudamente puestas en escena, donde nada sobra y nada falta. Como si de un film se tratara nos muestra una serie de relatos congelados en el tiempo. Cuando miramos sus obras los personajes entran en acción, se genera el movimiento, nos cuenta historias de una forma tan sutil que inconscientemente recreamos el momento generando la imagen anterior y la posterior, desarrollando líneas discursivas que interpretamos según nuestras vivencias, nos recrea un espacio íntimo que se hace público forjando un relato espejo de nuestra vida que nos hace generar pensamiento crítico en torno a ella, nos marca una pauta y como en el cine, hay que descifrar los mensajes para poder comprenderla. Nos hace pensar, consigue impresionarnos, nos crea emotividad enlazándolos con nuestras propias experiencias.
Darío con sus collages consigue la finalidad y la esencia del arte, consigue conmover al espectador y despertar en nosotros inquietudes y emociones, no nos deja impasibles…….”